Alucionaciones que son recuerdos. Que siguen siendo por lo que dejan. ¡¡¡Hoy es el día!!!
¡Qué bien sé yo la fonte que mana y corre,
aunque es de noche!.
La noche sosegada
en par de los levantes del aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora.
Quando tú me miravas,
su gracia en mí tus ojos imprimían;
por esso me adamavas,
y en esso merecían
los míos adorarlo que en ti vían.
En soledad vivía,
y en soledad a puesto ya su nido,
y en soledad la guía
a solas su querido,
también en soledad de amor herido.
(Pero en realidad la soledad es sin querido, nunca jamás llegó y sólo quería la soledad para eso, para no sentirme sola.)
Vivo sin vivir en mí
y de tal manera espero
que muero porque no muero.
****
Este va de pilón:
Edificaste una torre
para tu huerta florida;
un lagar para tu vino
y, para el vino, una viña.
Y la viña no dio uvas,
ni el lagar buena bebida:
sólo racimos amargos
y sumos de amarga tinta.
...
Estoy a punto de romper estas hojas.
Si conoces estos poemas, espero no estés igual de perdida(o) que yo.
1 comentário:
Son de Sor Juana Inez de la Cruz... o no? Usted debería saber, aunque le corrija la ortografía...
Enviar um comentário