quinta-feira, setembro 23, 2010

Lavar

No he escrito últimamente, porque andaba distraída en otras cosas. Ahora sólo siento ganas de llorar

Pero... ¿más y por lo mismo? Lo que necesito es un lavado de cerebro, para que se me olvide cada cosa que hiciste.

Luego vengo a escribir sobre lo bueno que ha pasado.

segunda-feira, setembro 06, 2010

DiferIEncias


Desde hace unas semanas he estado leyendo cosas de Psicología, y me sigo encontrando con algunos conceptos que me resultan TAN RAROS, porque rompen con mis ideas previas (jaja) sobre ellos. Los más frecuentes son: empírico, evolución, genética. Biólogos y Psicólogos los utilizan de manera diferente, entonces me resulta un tanto incómodo utilizarlos, de hecho, casi no lo hago porque creo que estaría "traicionando" lo que en realidad significan estos conceptos. Uy, las cosas que pienso últimamente, ojalá se dé la oportunidad de encontrar temas más interesantes para compartirles. :D


quarta-feira, setembro 01, 2010

R14


Tenía pendiente un paseíto de fin de semana, Lilia también, así que se puso a organizarlo, pero lo hizo en grupo, así que invitó a  unos compañeros suyos del IPICyT (La P es de "Potosino", "C y T", como siempre, es de Ciencia y Tecnología, las I son de Instituto y de Investigación), así que íbamos unas 10 personas en el dichoso paseo. Empezaríamos el sábado a las 7 de la mañana, así que yo debía salir al menos unas 6 horas antes, decidí tomar el autobús de las 19:30 del viernes, así que traje a mis compañeritos del trabajo en friega para regresar a tiempo a la oficina y de ahí ir a la central norte de autobuses, ya días antes me habían llevado a comprar mi boleto jeje, como nos habían mandado a andar de vagabundos en el noroeste de la ciudad, pues aprovechamos (de hecho, ese viernes me sentí bastante mal durante la mañana y tuvieron que andar soportándome, que si quería tal o cual cosa je). Me salí sin permiso de mi nuevo ex jefe y cuando estaba en el autobús me llamó por teléfono jeje (ya saben, más vale pedir perdón que permiso). Tardé mucho en llegar a S.L.P., casi 7 horas, así que Lilia ya estaba impaciente, sobre todo porque no recibió mis últimos mensajes. Dormimos un par de horas antes de partir a la cita.

La agente de viajes (léase Lilia)  ya había comprado los boletos del autobús -ida y vuelta, con horario abierto- y hecho la reservación en el hotel. Así hasta dan ganas de salir a cada rato jeje. Pues iba mucha gente para mi gusto, pero estuvo bien, voy in crescendo, primero me iba sola, después me acompañaba alguna amiga o amigo, quería volver a andar sola, pero ya ven, ahora ando en grupo, con personas que no conocía, sólo a Lilia. Llegamos a Matehuala, pero de ahí había que esperar el autobús que nos llevaría hasta Real de 14, una hora y media, según recuerdo, tomamos ese camino de rocas hasta llegar a la entrada del tunel donde se puede tomar un microbús que lleva al otro lado, ya al pueblo en sí, o bien, pasarlo caminando, elegimos la segunda opción.

Iniciamos ahí el recorrido por el túnel, aproximadamente dos kilómetros, en unas partes con charcos, otras muy angosto, de hecho, los autos y micros que pasan por ahí tienen que sincronizarse porque no pasan dos juntos, así que mediante radios avisan cuando van a pasar para uno u otro lado. Contrario a lo que todos dicen, nosotros debíamos caminar hacia la luz  para poder salir, la cual no se veía durante todo el recorrido, sólo hasta la última vuelta.

Apenas habíamos pasado el túnel, algunos desaparecieron y de repente llegaron con todos los informes de lo que se podía hacer ahí, cuánto costaba y el tiempo que tardaríamos, después me enteré que era porque algunos de ellos se tenían que regresar ese mismo día, así que fuimos a "instalarnos" en el hotel, donde se decidió que sólo uno se regresaría pues tenía trabajo al día siguiente. La decisión fue ir a un centro ceremonial huichol, compramos algún dulce para comer, pues no habíamos tenido oportunidad para hacerlo y no teníamos tiempo. Lo más importante de esto es que el camino se hacía ¡¡¡a caballo!!! y yo nunca en mi vida me había subido a uno, es más, nunca había pensado siquiera en hacerlo, me dan miedo los animales, pero en ese momento no vi otra opción, no pasó por mi mente el quedarme ahí y no subir con todos, así que nos montamos al caballo y fuimos. Así que mi primera vez en caballo no fue un paseo tranquilo ni en planito, ni de media hora, fue aproximadamente una hora de ida y una de vuelta, cruzamos tres cerros, un riachuelo, el camino era pedregoso, y angosto, muy "a la orilla" para mi gusto. La foto de eso la tengo aquí junto con otras, por si quieren verlas. 
La verdad es que yo iba bastante asustada, les digo que no me gustan los animales, y sólo iba confiada en que ese caballo no era suicida, que no me tiraría ni se iba a poner loco de repente, lo malo es que iba con otro caballo "el golondrino" en el que estaba montada Lilia, y no se despegaba de él, iban siempre juntos, querían ir así incluso en los caminos más angostos, y eso nos ponía de nervios, pues pensábamos que nos iban a tirar. Así que el golondrino y el güero siempre andaban empujándose. Lilia gritaba y se sacudía a cada rato, yo trataba de no gritar ni ponerme más nerviosa, ya saben lo que dicen y que yo lo creo, "los animales sienten cuando estás nerviosa" y pueden reaccionar de diversas formas, así que me aguantaba el sangoloteo, trataba de ir a su ritmo, de "controlarlo" e ir lo más calmada posible.

Llegamos al centro ceremonial huichol, no había gran cosa, pero el camino, el paisaje (del cual no tengo muchas fotos, porque me daba pendiente caerme del caballo) y estar ahí con esa vista fue muy bueno. Llegando a una "casetita de cobro" todavía tuvimos que subir caminando unos 20 minutos, la verdad que el corazón casi se me salía, porque hace mucho que no hago el mínimo esfuerzo de ejercitarme. Al final tomamos la foto del recuerdo. 


Y regresamos, un poco más preocupada en el caballo, pues sentía que si se paraba un poquito yo iba a salir volando (como en un choque), de repente se ponia loco, pero bueno, traté de tener calma aunque también tenía mucho dolor, igual que todos. Terminamos molidos y fuimos a reponer fuerzas en una fonda donde comimos gorditas, que al parecer, son típicas de ahí, realmente muy ricas. Ahí mismo se hicieron planes para esa tarde y el día siguiente, yo pensaba que todo iba a ser calmado, de descansar, pero ellos llevaban otros planes, querían aprovechar el tiempo al máximo, así que por la tarde fuimos al kiosko, al panteón, a la iglesia y al otro día salimos a las 7 de la mañana para subir al llamado "pueblo fantasma", en realidad no tiene nada de fasmagórico, porque he de confesar que me lo imaginaba como esos que pasan en las caricaturas y pelis gringas, pueblos fantasmas del viejo oeste, pero nop... eran unas ruinas, y para ir a ahí teníamos que subir un cerro y medio, casi dos, no tan altos, pero caminando hicimos una hora aproximadamente, nos llevamos algo para comer allá. Igual, me cansé mucho en subir, pero al fin llegué y me asomé a un pozo super profundo, y grité "estoy loca" y el eco me respondió que sí :D



Andaban buscando lo que todos buscan en Real de Catorce, peyote, pero no había por ahí, hay algunas cactáceas pequeñas y muchos, muchos nopales. Volvimos y aún tuvimos tiempo de pasar al museo del pueblo que era la antigua casa de moneda, me gustó mucho su exposición de fotografías, donde plasmaban las actividades cotidianas y de fiesta en el pueblo, cuando era mucho muy importante por la minería y el oro que sacaban de ahí. Fotos de cuando el presidente los visitaba y otras de sus fiestas. Interesantes.

De ahí partimos para Matehuala, donde comimos y regresamos a S.L.P., todavía pasamos al centro y al "eichibi", no podía faltar, estuve en casa de Lilia, pues decidí viajar durante la noche, para no llegar justo en la madrugada, así que llegué a eso de las 6:30 y pasé a casa, luego regresé al trabajo. 

Eso de ir en un autobús durante la noche, es gracioso, me pareció como una orgía, todos ya sabían a qué iban jajaja, la verdad todo el mundo tocó el asiento y se durmió, menos yo, pues si de por sí no había podido hacerlo bien, menos en el autobús y con los ronquidos de los vecinos.

Me dijeron mis compañeritos del trabajo que hasta iba más sonriente, sí, ni me dolió la cabeza ni nada, sólo andaba toda adolorida, me dolían músculos que había olvidado que tenía, no fui la única, Lilia me comentó que tuvo hematomas en lugares donde nunca había tenido jejeje.

Y así terminó todo ;)