En estos días, de repente se me ocurre escribir algunas cosas, no tengo mucho tiempo, pero son pequeñas reflexiones sobre temas específicos, como el viajar en el metro, no me agrada... eso de ir tan temprano y encontrarte a toda esa gente que te pide dinero, que se durmió y amaneció drogada, como hace tanto tiempo, todo tipo de artículos que venden, a los que tiran la basura en la calle, a los que van desesperados y son irrespetuosos con los demás... tantas cosas... provocan que me ponga una coraza para no terminar llorando y que me hacen pensar que cada día me vuelvo más insensible. Pensar que corro por cumplir en tiempo y forma con mi responsabilidad en el trabajo, pero que la compensación no corresponde con todo el esfuerzo y tiempo que gasto en él.
Con todas estas cosas transcurre el día, hoy, por ejemplo, encerrada en un salón, con unas 23 personas más, recordando a otras, y esperando los recuerdos algunas más, que no llegaron, ya no me sorprende. Creo que lo único que me gusta de este trabajo, es que es muy absorbente y me mantiene ocupada gran parte del día, aún así, mi mente anda por otro lado de vez en cuando. Tal vez tenga unos días de descanso, me dan ganas de correr a algún lugar, pero también me dan ganas de quedarme a descansar, al fin que en semana santa la ciudad se vacía, y quiero una cámara... así que no sé, aún estoy ponderando eso.
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