sexta-feira, maio 01, 2009

¿Miedo?

Un copy-paste

Publicado el 29 de Abril "Juegos de poder" de Leo Zuckermann.

SOBRE LOS RUMORES


El miedo genera una acción que produce una creencia que, a su vez, incrementa aún más el miedo entre la población.

Los rumores aparecen cuando hay un evento que genera mucha tensión social: una guerra, un desastre natural o una epidemia de un virus que puede ser mortal, como hoy tenemos en México. No voy a repetir la cantidad de rumores que he escuchado estos días. Lo que me interesa es entender qué son y qué papel juegan.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el estadunidense Robert H. Knapp estuvo a cargo de controlar los rumores en el Comité de Seguridad Pública de Massachusetts. Hizo un recuento muy preciso de todos los rumores que escuchó. En 1944 publicó un ensayo titulado “A Psychology of Rumor” (“Una psicología del rumor”) en The Public Opinion Quarterly. Se trata de un buen artículo para entender el fenómeno del rumor que, de acuerdo con Knapp, se define como “una propuesta de creencia sobre un tópico de referencia que es diseminado sin una verificación oficial”.

Los rumores son un caso de comunicación social informal. Según Knapp, tienen tres características. Primero, generalmente se trasmiten de boca en boca. Al multiplicarse de esta forma primitiva, tienden a ser más imprecisos y distorsionados con respecto a la información que se transmite por medios formales. Segundo, supuestamente proveen “información”. Siempre tratan acerca de “una persona particular, de un evento o de una condición”. Finalmente, “el rumor siempre satisface”. Esta última característica es la que más me llama la atención del estudio de Knapp: que el rumor tenga un elemento de satisfacción emocional. Dice el científico social: el rumor “expresa y gratifica las necesidades emocionales de una comunidad de la misma forma que las fantasías y sueños diurnos satisfacen las necesidades de un individuo”.

En su artículo, Knapp provee una lista de las características de un buen rumor. Tiene que ser corto, simple y pegajoso. Debe simplificar las cosas. Entre más lejos esté de los hechos conocidos y confirmados, más puede distorsionar la realidad. Además, tiene que contener nombres, números y lugares que puedan cambiar constantemente y, de preferencia, debe ser atribuido a una fuente de alta autoridad, lo cual le da prestigio y veracidad. Finalmente, tiene que ser compatible con los prejuicios culturales donde se originan, así como con las tradiciones y preocupaciones inmediatas de la sociedad.

Knapp clasificó los rumores en tres tipos. El “rumor deseo” que se basa en la esperanza que tiene la gente de que ya se resuelva una situación adversa. El “rumor espanto” que está cimentado en los miedos y ansiedades de la población. Finalmente, el “rumor agresivo” cuya motivación es dividir y destruir las lealtades de una comunidad. En la actual coyuntura he escuchado muchos rumores en México. Todos comienzan con un “dicen que…” Cuando pregunto quién dice, generalmente me contestan: “pues dicen”. Pero, quién dice, insisto. “No sé, dicen”. ¡¿Quién?! “Alguien que sabe”. Al parecer hay muchos que saben. Y estos sabelotodo diseminan de los tres tipos de rumores: los que apuntan al deseo de que ya termine esta epidemia, los que asustan y los que pretenden dividir a la población en un momento en que se requiere unidad.

Lo más preocupante en la actual coyuntura son los rumores que tienen la intención de generar miedo. Knapp argumenta que, en primer lugar, estos rumores pueden ser muy poderosos porque, “en una situación general de inseguridad, cualquier definición de la fuente y naturaleza del peligro es preferible a ninguna”. En segundo lugar, si el rumor de espanto es acompañado de pánico, resulta “más contagioso debido al peligro que involucra el ignorarlo”. El miedo genera una acción que produce una creencia que, a su vez, incrementa aún más el miedo entre la población. Finalmente, “los rumores de miedo tienen un atractivo particular para aquellos que quieren justificar y racionalizar el terror”. Es decir, hay gente a la que le conviene diseminar este tipo de rumores. Yo me pregunto: ¿quién estará haciéndolo? ¿A quién le beneficia incrementar más el miedo en México?




Yo, por eso, mejor me voy de vaga :D



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