quinta-feira, agosto 31, 2006

Caminar por la ciudad.

Esta ciudad es tan grande y pasan tantas cosas en ella...

A mí me gusta caminar y además lo hago porque no tengo auto (aunque a veces me gustaría tenerlo, necesitaría tener dinero no sólo para el auto, sino también para pagarle a un chofer).

Hay muchas cosas buenas que se encuentran al caminar. Se pueden descubrir atajos e ir por una calle aunque sea en sentido contrario. No se tiene que preocupar tanto por el tráfico. Se hace ejercicio. Claro que esto es sólo si el destino no está muy lejos y si tienes tiempo de irte caminando, si no, la opción se vuelve algo difícil de aplicar. Claro está que tampoco puedes andar con ropa cómoda para caminar siempre y no puedes llegar sudando a todos lados.

Yo camino una parte de mi recorrido cuando voy al trabajo, así me evito el estrés de estar en el tráfico. Lamento que no todo mundo pueda hacerlo por la distancia.

También hay inconvenientes en la calle para el peatón, y aunque me estoy acordando de aquellos que piensan que las rayas amarillas son para pararse ahí cuando el semáforo se pone en rojo... y no consideran a los peatones... No, no diré nada de eso. Prosigo con los inconvenientes.

Cuando salgo a caminar al parque que está a una cuadra de mi casa me preocupa que esté "hércules", un perro que nomás me veía y me quería morder (lo intentó dos veces). Estos dos jueves que he podido ir a caminar no lo he encontrado, pero en cambio... sacan a pasear a muchos perros.

Cuando es de noche y viene alguien detrás de mí no me da mucha confianza que digamos, y más si es hombre. Los que van en auto no creo que tengan ese delirio de persecución pues muchos autos vienen detrás del suyo.

Cuando alguien anda a pie se cree que es del rumbo y que conoce bien la zona, así hasta parece módulo de información. Por mi rumbo no es muy difícil que anden un poco perdidos y eso de que se pare un auto y el conductor quiera saber dónde está la calle Litorales pues no lo veo mal. Hay gente que no da referencias porque puede sucederle algo como lo que me pasó a mí.

El lunes iba caminando algo apurada, ya casi llegando a Insurgentes, se paró un señor en su auto y me dijo algo que no entendí. A una distancia de unos 4 metros le dije "¿perdón?" (con mi cara de no entendí) y me dijo algo como "no quieres que te lleve?"... Puse una cara de "ay que tipo tan nefasto, andar interrumpiendo mi camino y el de la fila de autos que le están pitando para que avance, sólo para estar molestando". Sólo lo vi con ojos de "no esté chingando" y le dije "no gracias". Lo mejor fue que no modifiqué para nada el ritmo de mis pasos.

En verdad que esas cosas molestan mucho. Si quisiera que alguien me llevara, tomaría un taxi, pediría aventón o qué sé yo. Pero no me subiría al auto de alguien que me lo ofreciera en la calle.

Mmm de los asaltos me he salvado, me han robado ya tres veces una pequeña cartera de mi bolsa, lamentablemente con cosas de valor sólo para mí. Sin dinero.

2 comentários:

Àngello disse...

uyyyyyyyyy, por menos de eso yo he salido corriendo como niña a la primera incinuación de que una vieja bien buena me pregunte por x calle.
y no veo la necesidad de poner"la verificacíón de palabra",de igual manera si te van a dejar un comentario majadero, lo haran. es que me da gueva.

Elena disse...

A mi me gusta caminar. Pero anoche que lo hice por la oscurísima calle que me lleva a mi hogar, la verdad me dio miedito. Ojalá que pronto arreglen la luz!!!

Un placer volver a leerte. Me gusta lo que nos compartes y la forma como lo haces.