- Ayer me acordé de tí. Iba pasando y una muchacha estaba suspirando. Me acordé de tí.
- Sí, ya sé, yo suspiro mucho. Será que me falta aire. Que bueno que te acordaste de mí.
Y hoy estoy suspirando otra vez. No tengo por quien suspirar. Será por eso que suspiro. Será que sí me falta aire...
1 comentário:
Benditos suspiros, aun y cuando no sean por nadie, nos hacen saber que estamos vivos y que necesitamos ese "Algo" en el aire.
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