sexta-feira, janeiro 27, 2006

Mejor no


- ¿Qué te pasa Daniel. Qué tienes? (No recuerdo la respuesta, creo que no tenía nada)
- ¿Qué te pasa Rosa. Por qué estás así?
- Es que estoy pensando y no quiero pensar.

Hay muchas cosas en mi cabeza. Muchas cosas qué pensar. No en vano hace tiempo declaré que no quería pensar más, entonces quería olvidarme de ciertas situaciones, creo que no las olvidé del todo pero ya dejé que pasaran. Ahora son otras cosas las que no quiero traer a mi mente, a mi análisis.

... ¿y qué pienso?

Pienso que no sé qué hacer, debo decidir y eso es difícil, aunque mi apá ya me aconsejó un poquito, creo que le haré caso y me quedaré como estoy en el trabajo. Y es que lo ideal sería hacer una lista con las cosas buenas y malas, como siempre lo aconsejo pero si yo siguiera un consejo mío ¿qué pasaría? No quiero ni pensarlo.

Pienso en lo que quiero realmente. Pienso por qué a uno le gustan las cosas aunque sepa que le hacen daño. Pienso que cuando tengo lo que quiero siempre digo "dijo mi mamá que siempre no" Porque hace tiempo quería ser una persona más normal (y no es que sea anormal o rara ni mucho menos, sólo una plebeya más) tener un trabajo que no me tomara más allá del tiempo que estoy ahí, no estar pensando en experimentos ni nada, llegar a mi casa y ver la tele, preparar la cena, hacer algunos deberes y ya, así de simple la vida y yo no sé si me la complico tanto pensando y que al final nunca será como quiero porque no puedo dejar de pensar.

Pienso que la universidad es una cosa fabulosa. Ayer vi la cara de unos alumnos nuevos llena de asombro y eso me encanta.

Pienso en el universo que hay dentro de este mundo. Pienso en los grupos de personas, en los mundo particulares. En mi nulo sentido de identidad. En que no encuentro en dónde estar. En que no hay nada que me haga sentir del todo a gusto. Pienso que no puedo desarrollarme aquí donde estoy, que mi familia que siempre está aquí me estorba y sin embargo si no los tuviera a ellos ¿qué tendría? Pienso que quiero ir al Centro Cultural una tarde de éstas, que las tardes no me bastan para hacer todo lo que quiero y que es absurdo tener que estudiar alguna tarde y luego pienso que quiero seguir estudiando.

Pienso en el pasado y pienso que no quiero escribir como Ed (nada persona Ed, yo te he dicho que dejes el pasado atrás) pero son situaciones tan importantes que es difícil dejarlo. Hay momentos que quisiera revivir, hay personas de las que quisiera saber algo. Ayer buscando unas fotos me encontré con una carta que venía del hemisferio sur, con letras pequeñas y sentí algo de tristeza y a veces quisiera escribir a ciertas personas pero no lo hago porque las cosas tienen que pasar y terminar. A veces odio a Alfonso por recordarme tanto a una persona y termino hablándole a esa persona y me hace ver más mundos diferentes al mío y pienso que no debo estar ahí y que me hace daño y ahí estoy, y quiero estar.

Ciertas noches encuentro a pseudo y le pregunto por qué yo no puedo hacer lo que quiero y comienza a preguntar y tengo que ir a dormir, no sin antes decirle que ya no sé qué hacer. Que deseo cosas que tal vez no soy tan paciente para esperarlas tanto, que sé que hay otras que me hacen daño.

Me veo y me pregunto qué tengo de diferente a todos los demás que tiene lo que yo quiero.

Por eso cuando me preguntan ¿qué me pasa? digo que estoy confundida, que por eso no me gusta pensar.

1 comentário:

Anónimo disse...

Cuando estoy pensando en algo que me está quitando el sueño justo antes de dormir, me repito: "Almohada, ahí te dejo ese asunto para que lo resulevas y luego me platiques cómo terminó todo". Entones llega Morfeo y me lleva con él a vagar.