sexta-feira, dezembro 09, 2005

Van y vienen.

He estado mucho tiempo en línea (línea curva, ya lo sé y sigo así... pero me refiero a "on line" en la red, pues) Durante este tiempo he conocido a muchas personas, personas que no están ahora, no me refiero sólo a que ya no converso con ellas, sino a que tengo sólo a uno de mis contactos en línea. Es noche de viernes. Lo sé.


Estuve leyendo una entrevista a un señor al que le preguntaban cuándo había sido la ultima vez que había permanecido en casa un fin de semana. Su respuesta fue que cuando tenía 12 años y porque estaba enfermo. Yo casi no salgo de mi casa, al menos que sea muy necesario, como que haya una buena película para ver, que tenga que trabajar o ir a la school y eso pocas veces pasa en fin de semana. En mi casa se trabaja los domingos. Eso está establecido así que estoy acostumbrada.


Lo malo es cuando me doy cuenta de que nadie entra en fin de semana, bueno y últimamente me he encotrado a poca gente por aquí incluso entre semana. Después de tanta vuelta llego al punto que quería tocar. Que me vuelvo a quedar sola de contactos, de amigos virtuales, inclusive. Si los "amigos" reales hace tiempo que no los frecuento, que en realidad no sé conservar amistades, los virtuales no se quedan atrás, la gente se aburre de mis cosas y se va. Cada vez me duele menos pensar en eso. Cada vez entro en más problemas con la gente. Pero antes había más gente, esto se iba renovando, ahora hasta me es difícil encontrar a alguien con quién conversar en línea. Me enojo fácilmente, de hecho he terminado mis pláticas (ay, qué diplomático me sonó eso) con alguien con quien había compartido mucho, porque eso de las peleas ya no era soportable, mis berrinches, dicen algunos, mis celos, digo yo. Anteriormente han pasado más personas, ya no veo a nadie que vaya al pan (jajajaja) y las cosas se quedan así. Lo malo es que para las personas tengo muy buena memoria. A veces el pensamiento de encontrar nuevamente a gente, que incluso me ha borrado de sus contactos en messenger, es latente. A veces creo que debo de dejarlo pasar y ha pasado realmente. Pero también a veces hay llamadas que indican que hay alguien por ahí, que se acuerda, y que aunque se había enojado y hartado de mí, me llama. Cosas desconcertantes. Y más desconcertante es que pienso que eso puede pasar con aquellas personas a las que tanto he extrañado. Digamos que la esperanza revivió, pero no del todo (sólo como zombi).


Encontrar e-mails perdidos me hace recordar que hay gente que me tiene al menos en sus listas de correos y que puede escribir de repente. Creo que muchas personas han confiado más en mí que lo que yo he confiado en ellas. Cosa difícil de remediar ahora.


He de ir a dormir. A esta hora.

1 comentário:

Iconoclasta camuflajeada disse...

Amén :D

Y mi sentir respecto a esto, ya lo sabes... y sabes que te quiero mucho, aunque tú no me quieras jajajaja

No se crea, ya pues :P