quarta-feira, dezembro 14, 2005

Lunas, estrellas, planetas


El sábado, el sábado.

El sábado fuí a casa de Itzel. Antes fuí a Coyoacán. Están arreglando la iglesia, seguro quieren que quede tan bonita por afuera como lo es por dentro. En Coyoacán vi al malabarista que me encanta (jejejeje) y estuve ahí hasta irme a casa de Itzel. Planeaba estar sólo un ratito, pero aprovechando que andaba por ahí Ieny y que llevaba chofer y pasarían forzosamente por mi casa para llegar a su destino, me quedé más tiempo. No estuvo Héctor :( pena, pena. Me preocupé un poco por lo que me dijeron de él, lo que quiero es que esté contento y no creo que lo esté del todo... no quiero que pierda eso que había ganado con tanto esfuerzo (qué manía la mía de preocuparme por personas que si bien saben que existo, no saben que me importan, y Héctor es una persona especial, seguramente es un buen amigo) Quienes estuvieron fueron unas amigas nuevas de Itzel, amables, por eso son sus amigas. Su familia, que yo no conocía, muy amable, claro, siempre en ese ambiente "in". También estuvo Montse y ni hablar, todo se tornó medio raro, las conversaciones no fueron tan intelectuales ni científica como solían ser (creo que no hablaron de la glucólisis, como solían hacerlo en las combis :s ). Se volvió todo recuerdo. Yo pensé que algún día estuve en ese ambiente y lo extraño, sé que no me gusta el ambiente en donde estoy, pero ni modo, no sé si aceptaría dar todo lo que exige un científico. Al final a todos les ha ido bien, no creo que nadie esté realmente traumado (nisiquiera yo)

Cuando regresé a casa era como media noche. Ni recuerdo. Fue entonces cuando pensé en que yo era como un planeta, oscuro, sin luz propia y que no podía reflejar la luz de las estrellas que me rodean, porque me gusta rodearme de estrellas, eso es muy cierto, aunque yo sea planeta. Entonces una luz iluminó mi cara y no podía dormir. Justo por una abertura de la cortina de la ventana se metía una luz. La luz de la luna que se colaba por encima del domo del pasillo. Y llegaba a mis ojos. No sé cuánto tardé en dormirme. Tal vez sea luna, pero no creo, ella inspira muchas cosas. Yo no, sólo sé que a veces reflejo la luz de los que me rodean (que son estrellas) y sé que me gusta estar ahí. Por eso extrañé a mis compañeros de la fac.

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