segunda-feira, dezembro 19, 2005

HiELo

A las 7:15 horas de este domingo no había nada más que un frío que quemaba en la piel, un jovencito todavía borracho que regresaba a casa, música de la fiesta del sábado y mucha gente que viajaba desde hacía más tiempo que yo. Sábrá dios de dónde venían.

Sem comentários: