Xime (mi sobris) sube las escaleras, abre la puerta del cuarto blanco, no hay nadie ahí. Abre la puerta de mi cuarto y me ve, se acerca me toca, me empuja un poco.
- Tía.
- mmm? -contesto moviéndome un poco.
- ¿Por qué estás dormida a esta hora?
- Porque me siento mal.
- ¡Ah!
Me vuelve a tapar, sale y cierra la puerta con cuidado. Se va con su mamá.
1 comentário:
Esos sobrinos... a veces creo que los batallamos más las tías que las propias mamás. ¿Tú no?
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