domingo, fevereiro 14, 2010

A esperar

No sé a qué hora se fueron todos esos días de inicio de año. Ya falta menos de un mes para que sea mi cumple número 32. Mi hermana mayor está preparando una fiesta sorpresa para mi sobrinote en dos semanas más y un día después el cumple de la sobris. Me la pasé trabajando, durmiendo y viendo series en internet. Me la pasé esperando a que tuviera(s-n) tiempo para mí. Confiando en un día que no ha llegado y ya ni importa si llega o no. Muchos de esos días no reía ni sonreía y a veces notaba que me era muy difícil sonreir o no sentirme triste. Estuve muy apartada del mundo, sólo en casa, con mi familia. Je, hasta recuerdo con un poco de pena y de risa los desplantes que le hice a una persona que sólo quería ser amable conmigo, no por ser él, sino porque suelo ser muy independiente (ajá), comenzaba a acostumbrarme a ciertas actividades y actitudes cuando se está con otra persona, pero es mejor adaptarse a lo que vivo ahora.

Es necesario que conviva con alguien más, a quien le pueda contar algunas situaciones, si bien no son "demasiados" problemas, son cosas que considero importantes y que me están afectando. Por eso no quería salir sola, porque si ando sola por ahí, me pongo a pensar en los problemas domésticos y en los desplantes que he sufrido últimamente, en cambio, conversar con alguien me permite escaparme un poquito de todo eso. No soy la causante de dichos problemas y no tengo por qué resolverlos, me queda claro. Hoy fui con mi hermana a comprar unas cosas, no deja de hablar de su amigo y la familia de su amigo, pero bueno, creo que le fue bien, que le ayudará a cerrar ese dolor, a aceptar la muerte, sobre todo con algunas cosas de las que se enteró, al parecer, él ya presentía que iba a morir.

Se siente feo eso de ser la "ñoña" del salón, ja, con sólo una plática y una asesoría me pegué esa etiqueta en la frente, pero no más, ya nisiqueira voy a ir a las asesorías y comienzo a dudar que presente la materia, el esfuerzo se hará. Se supone que a partir del martes tendré un empleo, después de un proceso de selección de casi tres meses, pero creo que ya cambió y será desde mañana, ¿qué más da un día? Siento que vendí mi alma al diablo... como el año pasado por algunos meses. Será una nueva experiencia, ojalá que sea positiva (¡!), aunque tendré que ponerme cada día una máscara de persona sonriente y feliz, sociable y todo eso, porque el viernes estuve por allá y me preguntaron por qué estaba tan seria, contesté que así soy, pero todo parece indicar que no les gustó ¿y qué hago, si así es mi cara? Como los demás días estuve muy sonriente... no sé de dónde sacaré una máscara para cada día, pero más me vale hacerlo. Eso es ser hipócrita, porque no me agrada que quieran sólo a gente sonriente y en vez de decirlo, sonreiré... la crisis, ya saben.


Sem comentários: