terça-feira, novembro 07, 2006

Lunes

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¡¡Qué día tan loco!!


Inició con las noticas de la mañana sobre esos artefactos explosivos. Mi sobris andaba en el berrinche a tal grado que no permitió que la peinaran siquiera para ir a la escuela, dieron las 9:05 hrs y ya no fue a la escuela.


Salí corriendo al trabajo, había tráfico y poco transporte público, por fin abordé uno y a la altura de los juzgados siempre hay autos parados o esperando para entrar al estacionamiento, estorbando. Un auto gris se quiso meter en la fila para el estacionamiento, se le atravesó al microbús en el que yo viajaba y de repente vi cómo su cristal de atrás se deshizo, como en las películas, como si fuera de azúcar. No me di cuenta de que el microbús le hubiera pegado ni nada, y si le pegó ¿sólo por eso se quebró el cristal?. El auto alcanzó al microbús y le reclamó, el conductor insistió en que él no había sido y la del auto se fue. Para "escapar" (lo cuál me hace pensar que él fue el culpable) se medió al periférico y por poco no nos baja en donde queríamos.


Al ver que el cristal se rompió pensé que algo le había caído del segundo piso, pero nadie estaba trabajando ahí. (Cuando regresé a casa mi papá me explicó que seguramente el microbús le pegó en la esquina al auto, lo "descuadró" y eso provocó que "el medallón" de atrás se rompiera así, justo como yo vi... ahora entiendo todo!!!)


Caminé a Revolución pues se me hacía tarde y no pude enterarme del chisme completo del microbús (chin!!! con lo chismosa que soy), un tipo me saludó como si me conociera, hasta me tomó del brazo, yo no dije absolutamente nada, crucé la avenida y me subí a otro microbús del cuál me bajé al ver que ahí estaba todo parado y me fui corriendo a Insurgentes. Eso de "corriendo" es bastante engañoso, la verdad es que ya hasta con cruzar la calle me canso, parezco viejita.


Después de todo llegué a tiempo al trabajo y todo estuvo bien (hasta aquí escribí durante el trabajo, antes de que...) Sólo al final una tipa se me puso bien loca jajajaja, ya eran las 15:12 y yo aún ahí, atendiéndola, hasta que Paty me dijo que me podía ir, que ella la despachaba jajajaja Ya no supe en qué terminó... en fin. Luego por la tarde y noche estuve conversando mucho tiempo... y bueno, hay cosas qué meditar de esas conversaciones.


Hoy otra vez me tocó berrinche de la chiquis, pero no lo soporté más, la agarré de piernas y brazos, la bajé de su cuarto, la saqué a la calle y la llevé a la escuela con todo y su berrinche, sí, quien sea asqueroso como yo que no lea que vomitó dos veces en el camino (que es de una cuadra) y al entrar, la señora de la puerta aceptó que yo la metiera porque el miércoles pasado no la podían cargar (es que es de las más grandes y está pesada, más pataleando y moviéndose como lombriz) se tiró en el patio, gritaba "¡¡¡abuelita sálvame!!!" hasta que vió a uno de sus compañeros y le dijo "Ximena, ven" luego en la entrada del salón su prima Bere se le quedaba viendo, se quedó y según la maestra al minuto estaba risa y risa .... (eso me suena conocido) Ya veremos mañana, qué nos toca.


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Ayer me dió mucha risa esta mini conversación con Miris (compañera del trabajo)

Yo: Me duele la panza
Miris: Seguro fuiste a comer una gorda de las de alllá afuera.

¿Me sabe algo o me habla al tanteo? La verdad es que hace como un mes salí con unas compañeras a comer, ellas encantadas y yo no soportaba la panza por haber comido eso.

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Y hoy, hoy pienso en cuánto me duele decirle adiós a la gente que ya ni me pela. Terminar las cosas siempre me ha costado muchísimo. Las novedades siempre pasan... y yo ya pasé.

4 comentários:

La maldita disse...

Los berrinches son divertidos cuando no son de tus hijos o hijas. Yo me he enfrentado a berrinches de cuarenta y tantos minutos en el consultorio provenientes de niñas o niños que gritan que se van a vomitar, que se están muriendo, que le van a decir a su papá que yo les pegué... bueno bueno, un sinfín de barbaridades de las que no me reía nada más porque eso sería como ponerle atención y reforzar esa conducta inadecuada así que me controlaba bastante y al final salía bien todo, se callaban y por fin las (os) dejaba ir, ya estando tranquilas (os).

Quiero gorditas aunque me enferme, me vale.

Rubén Durán S. disse...

Hace tiempo que no entraba a leer tu blog. Bien por las descripciones, sólo sugiero usar negritas para que algunas letras no se pierdan con el fondo.
Respecto al contenido, ese tráfico en la ciudad debería ser considerado una materia en las escuelas, creo que todo mundo habla y se ve afectado por él.
No tengo sobrinitos cerca, pero ya vendrá uno (a).
Y eso de comer gorditas en la calle a veces es riesgoso, pero nos gusta el peligro, ¿qué no?

Saludos.

Anónimo disse...

Si que le hicieron berrinche...! porque se pone asi su sobrina que hasta vomita?... :|

Quien ya no le hace caso?

Yaoteka disse...

En verdad que fue un día movido.

Y a mi también me cuesta trabajo terminar algunas relaciones...

"Las novedades pasan" Duro, pero cierto.

Saludos.