segunda-feira, outubro 30, 2006

Ricitos de oro y los tres osos

Vi la sinopsis en la red y pensé en verla, había otras, pero me decidí por esa, el jueves no pude ir y andaba toda quebrada así que pensé que mejor cuando tuviera dinero iría al cine sin importar cuál película viera.

Llegué buscando esa película, aún estaba en cartelera pero había otras que no estaban el jueves, fui a ver la reseña, película oriental, coreana... no me convence, tengo serios problemas para distinguir a los actores, después de todo no era tan interesante como creía, eso de que casi sea película muda y yo tenía sueño, era posible que me cayera en brazos de morfeo... Pero no quería ver "Volver" ni "Sólo dios sabe", esas luego me las regala mi sobrino precioso. Regresé a ver la reseña de la coreana y la palabra clave "masturbadoramente .... " (no recuerdo el adjetivo, sólo el ¿adverbio?) me atrapó. No lo pensé más, vería esa película.

Me pregunté el por qué en el cine mudo ponían mensajitos escritos, por qué era tan feo (insisto, a mí no me gustan las pelis viejas) y tenían que sobre actuar, si en esta película casi no hablaban y fue deliciosamente entretenida y bonita, sí, sí, fue una película bonita y totalmente disfrutable. Paréntesis: antes de la película estuvo el corto "Rutina" en el que tampoco hubo diálogos y fue bastante bueno, lástima de que no lo ví por pedazos por las imágenes que pasaban, que me dejaron sintiendo una presencia extraña alrededor mío. Fin del paréntesis. Fue una historia poco real, a simple vista, soñadora, de amor (ja, ahora resulta que me gustan las historias de amor... bueno, sí, incluso las novelas de amor que alguna vez leí), de rebeldía, de libertad, de disfrute, de plenitud...

Al salir estaba feliz de ir sola, de sentir el frío y no me puse el suéter (creo que me resfrié un poco pero no me importa), no lo sé, no sé si las personas que iban acompañadas realmente sintieron lo que yo sentí con esa película, pero es que al momento de sacar un comentario "inteligente" de ella se perdía todo ese sentir, toda la sensación en la que te (me) envuelve. Y yo me quedé con ese sentir para mí solita, no tuve que estropearlo.

La película se llama "El espíritu de la Pasión" (Bin-Jip), Corea, 2004. Es como una historia moderna del cuento de Ricitos de oro, no... exagero, pero sí se trata de entrar a la casa de personas desconocidas, permanecer ahí, curiosear, éstas personas componían cosas, lavaban ropa :D, se preparaban comida y se tomaban fotos en cada casa. Ha de ser una sensación emocionante. Recordé que hace meses íba con Paco (él en su viaje), encontramos la puerta de un edificio abierta y nos metimos jajaja, hasta los cuartos de la azotea andábamos viendo... sí, es emocionante, esa tarde sólo entramos a ese edificio.

En casa se ha quedado la puerta abierta, no sé cuántas veces, en una de esas mi prima (quien vive al lado) se desconcertó y entró a ver si había alguien, y no... pues no estábamos, justo en eso iba llegando mi hermana. Se han quedado las llaves pegadas en la chapa y no ha pasado nada. Para la otra que vean una casa con llaves en la chapa de la puerta de entrada... tal vez sea la mía.

Cuano uno llega a su casa y algo ha cambiado se da cuenta casi de inmediato, aunque si nos pidieran que describiéramos cómo está todo no podríamos hacerlo con precisión. Cuando algo no está en su lugar se nota.

Esta foto es de hace unos días, llegué y encontré mi cama llena de muñecos de peluche, por lo que supe alguien había estado en mi cama... Posted by Picasa

2 comentários:

La maldita disse...

Esa sensación es muy rica, la conjunción de soledad y frío por decisión (al decidir no cubrirte)... es genial.

Yaoteka disse...

Estoy de acuerdo en que a veces hablar de cómo estuvo una película, qué nos pareció o qué entendimos, arruina la sensación con la que nos había dejado.

Saludos!!!