sexta-feira, junho 02, 2006

Locura

La noche de anoche hubo un enfrentamiento entre dos locos. Después de tanto sufrimiento durante el día me fui a dormir tranquila. A las tres de la mañana. A dormir tres horas nomás. Tranquila. Tengo que seguir agradeciéndolo. Y las cosas en esa situación se notan taaan claras. Y tengo una tarea muy difícil, lo primero es decidir qué hacer.

Hoy fue el examen de Mary. Por fin! Venció a las señoras de la ventanillas!! Terminó ese trámite. Estaba la Crys que me dijo que me veía muy bien :D (otras personas también lo dijeron. Mi sonrisa grande, grande). No sé qué pasa en el laboratorio. Hay muchos chavitos nuevos, parecen entusiasmados. A mi maestra la ví medio preocupada. Enojada conmigo.

Aquí entramos a otro asunto.

Hace meses que no me paro por ahí. Muchos meses en la FC y unos pocos menos en el Edif. E de la FQ. Sentía miedo, un poco de angustia, no sabía lo que iba a pasar, sentía vergüenza de no haber hecho nada en este tiempo. Insatisfacción. La maestra llegó y no me saludó. Nos pidió que saliéramos. El proceso normal. Todo normal. Todas las felicitaciones que Mary se merece. Nadie se las quita. Hablaba Guille (escribiré de ella en otro asunto), yo la veía y sentía que alguien me veía, era mi maestra. No creo haberlo imaginado, pero sí, podría ser. Tal vez esa mirada de reproche me la imaginaba yo. Cuando le tocó su turno de preguntar ensalzó a Mary y nos pidió a los demás que tomáramos su ejemplo. No recuerdo si dijo algo más, pero la pedrada cayó y lo dijo casi con todas sus letras. Volteó a verme y a ver a Crys que estaba atrás. La situación muy tensa. No me saludó ni nada en todo el rato, en toda la celebración.

¿Soy una venenosa? Cuando salimos le dije a Crys que a mí eso me había molestado, me comentó cosas que le ha hecho a ella. Tal vez sea aquí el lugar para descargar esto. Sé bien que no he hecho mi mayor esfuerzo en ese escrito prometido, que lo tengo en segundo, tercer o cuarto plano de mis prioridades. ¿Y en las de ella dónde está? Otros proyectos fueron más importantes, más relevantes. Las citas se iban de un día a la siguiente semana, al siguiente mes porque siempre había otras prioridades en el lab. Otros proyectos. Y no me puedo justificar con eso. Mi conciencia no me deja. No puedo reprochar, porque un reproche así no va.

Cuando ya todos se iban se soltó la situación directa. “¿Y tú qué?”, me dijo, ya andaba yo con mi rebelión con la Crys contra la maestra. La cuestión no es pelearse. No. Pero la verdad es que no he hecho nada y no tengo fecha para hacerlo. No antes del 30 de Junio. “A ver, ni siquiera te he felicitado, May, espérate… recibiste mi tarjeta de cumple???...” (Esa soy yo cuando quiero cambiar una conversación. Ya me lo habían dicho, pero este recurso lo utilizo mucho cuando veo a mi maestra). Así que no pude responder ni siquiera a la otra pregunta que vino una hora después: ¿Vienes el otro jueves? Ya no dije nada, no respondí. Después de un rato me fui.


Por otro lado.
Ayer recordé que seguramente estarían en el examen dos personas a las que quería ver. A Jose y a Guille. Jose entró con May mandándonos besos a todos. Guille entró antes y la sonrisa me salió de oreja a oreja. Me levanté y la saludé. Hizo muchas preguntas. Cuando acabó se salió sin decir adiós. Como en el Amoxcalli no hay rampa, y me imagino que no estaba abierta la otra salida, le ayudaron a subir su silla de ruedas unos muchachos. La alcancé y me fui conversando con ella. Le sorprendió que aún no hago mi escrito prometido. Me ofreció ayuda. Me animó. Como siempre, me presentó con sus alumnos actuales nomás que ahora sí le dije “ni les digas, Guille, que yo no soy buen ejemplo para ellos… sólo te contaré que hay gente que no me cree que uno de los días más felices fue cuando vi esporocitos en el microscopio…” Me contó de Margarita y de Aurora, de las clases… Ya casi despidiéndome, porque el festejo me esperaba, me dijo ¿Y entonces quién escribe primero? Yo te escribo primero. Porque me ofreció ayuda para el escrito ese.

Luego, la Crys me dijo “Hay, te extraño mucho en el laboratorio, qué bueno que viniste”… je, el detalle es que ella ya casi tampoco va. :D

Así la travesía del día de hoy.¡¡¡Ah!!! Hubo vino blanco. Pero no se lo digan a nadie.
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