sexta-feira, fevereiro 17, 2006

Infamias

I El miércoles, viendo cómo se preparaba para escuchar música camino a su casa, me di cuenta de que ya no disfruto la música. Casi no la escucho y ni la canto. En el trabajo se la pasan escuchando o platicando de grupos y eso todo el día.

II Ayer, caminando por ahí, me dí cuenta que estoy tan ocupada, o tan encerrada que hacía tiempo no sentía el aire al caminar.

Ayer me dí cuenta de estas infamias tan grandes y me acordé de esa canción de la clase de música en la secundaria: "no le daba el sol, ni le daba la luna. No le daba el sol, ni la buena fortuna"...

Hoy me doy cuenta de que es la primera tarde "libre" y sólo para mí, nisiquiera quise gastarla en el cine. Es sólo para mí.

1 comentário:

Bernardo Felipe Martínez Meave disse...

No puede perder el gusto de disfrutar la música... sería como perder la habilidad de ver a colores. La música es el arte mas sublime a mi manera de ver, una expresión abstracta de los sentimientos y la mente humana. Nos hace sentir, bailar y gritar, nos puede causar extasis estéticos o ganas de vomitar. Oiga música, no importa de cual pero oiga.