Estaba peinando mi cabello -un día a la semana no me hará mal- veo mis ojos rojos, que indican una mala tarde y noche. Estoy enojada, si he de explicarlo debo decir que este enojo es conmigo misma, por darle importancia a gente que no la tiene.
Este escrito está cumpliendo el objetivo de mi blog, escribo lo que siento y lo podrá leer quien quiera leerlo y tomarlo en cuenta quien quiera tomarlo en cuenta. El mío es un buen blog, con un título a mi medida.
¿Por qué están mis ojos rojos?... mi papá, antes de que se enojara conmigo esta noche, me dijo que era por la contaminación, no irritación en los ojos, sino porque eso me provoca que se baje la presión y me sienta mal.
Lo cierto es que hoy por la tarde comenzó el dolor que me duró unas cinco horas aún tomándome aspirinas, me dolía y no se quitaba. Lo único bueno fue que aprendí unos pasos hoy, y bailé como me gusta y me reí como loca. El médico, uy, él siguió ocupado, sabrá dios por qué se tardó tanto ahí encerrado con esa señora, ya ni me enteré que tuve, espero no se repita más este episodio de dolor de cabeza.
¿Qué es más patético que llorar en un rincón de tu habitación? Llorar en la calle, mal hábito, pensé que lo había dejado pero no se pudo. También por eso estaban rojos mis ojitos lindos, siguen así, porque uno llega a casa esperando descansar y no, se encuentra con cada gente...
Desde hace tiempo me di cuenta de que no me gusta que la gente sepa cosas de mí si yo no se las he dicho, me sorprendo cuando alguien sabe quién soy sin que yo sepa quién es esa persona. Buena situación para volver a ser la culpable de todo (algo así se llama un blog que vi por ahí) lo malo en mi casa y si me querían ver llorar, fue un buen día... y hoy no me encontré a Pseudo, siquiera sé que sigue en el mundo, extraño al Alqui para conversar. Imposible entrar más temprano.
Sem comentários:
Enviar um comentário