sábado, fevereiro 25, 2006

De tarde

¿Que soy fastidiosa y odiosa? Eso dicen algunos. Mi hermana, por ejemplo (una de mis cuatro hermanas) y curiosamente nosotras cuatro pensamos que la peor es ella ¿Quién tendrá la verdad? Sé bien que la verdad no es lo que diga la mayoría.

En estos días he tenido pláticas medio raras. Sé que puedo ser la más fastidiosa al conversar (mediante el messenger y en persona), a veces lo hago a propósito, otras no, otras tantas en verdad me decepciono de lo que obtengo en la conversación. Pienso: ¿no soy clara en las preguntas? Me frustro cuando no me responden. Pienso que no soy capaz de transmitir el mensaje (o necesidad de saber cierta cosa -en el caso de las preguntas) A veces pienso que la gente no es tonta (a veces intento por todos los medios descartar esa posibilidad) y que algo ando haciendo mal, pero muchas no logro confirmarlo.

Esta semana y parte de la pasada estuve en un curso. Gente que creí inteligente, interesante, tal vez, me decepcionó grandemente. Y luego pensé "¿no era obvio? estar tanto tiempo aquí no es un logro sino un fracaso, tal vez, porque la gente que podía hacer algo más ya no está aquí" Y me pregunté cuánto tiempo más estaría yo ahí. Da miedo, pero bueno, vamos andando y esta "terapia ocupacional" como utilicé al trabajo, ahora me anda utilizando a mí y me estoy dejando... (yo sigo fiel a la primera enmienda)

Daniel no me quiso cambiar el lugar. Mugroso Daniel, por eso me bombardeaban por la derecha y por la izquierda, sentía sus voces de guacamayas en mis lindos y preciosos oídos, decían tanto idioteces grandes como pequeñas. Lo bueno es que Adriana (a quien aún no conozco) ya me dió permiso de pegarle, así si llega moreteado a su casa ya saben quién fue :D.

¿Y qué saqué de éstas pláticas y de esta capacitación?

1. Me choca que la gente lea como perico. Eso ya lo sabía pues mi apá lee igual y no me gusta.
2. Las empresas no perdonan nada. Pobre Mario, ya le dieron aire. Aquí hay que cumplir los requisitos. En fin.
3. Creo que a la gente le da miedo decirle la verdad a los demás. Aún cuando se la preguntan.
4. Según varias personas, cuando me intereso por algo soy una aferrada, exigente, me pongo loca, pregunto porque no pongo atención. Esto último es cierto, pero entonces mi pregunta es "¿qué dijiste?" porque no escuché, tal vez sólo una palabra y me hace falta para entender, no es porque no haya entendido nada. Y según yo, pregunto porque me interesa.
5. Las personas (los hombres, según me dijo Roberto) buscan a gente que les haga la vida fácil, que no buscan que los cuestionen. Soy posesiva. Y según yo, celosa (tontamente).
6. Lo más importante para alguien que busca pareja es que pueda platicar con esa persona (según pseudo).
7. Soy enojona. Según dos tipos que conocí ayer y nio me acuerdo de sus nombres. Eso no me extraña. Todos lo dicen, y yo me pregunto: ¿qué tanto cabe ahí la inseguridad de la gente para sentirse regañados? Total que si uno habla tantito fuerte ya se están escondiendo debajo de la mesa.
8. Confirmo lo que dijo Roberto, a la gente le gusta llevarse la vida fácil, lo he comprobado, sólo es que a veces me canso de ser TAN amable con ciertas personas.
9. Me gusta que me digan cosas buenas porque entonces me olvido por un rato del complejo de inferioridad.

Bien, bien, soy toda una maravilla no???

4 comentários:

Bernardo Felipe Martínez Meave disse...

Muchas veces la gente SI es tonta... Nomás hay que ver a Fox para darse cuenta a que niveles llega la estulticia. Así que que no se sienta mal... porque no es algo que usted esté haciendo incorrectamente.

La maldita disse...

Eres una maravilla de todo el Universo, de eso que no te quede duda. Lo único que no comparto es lo de los celos, son una forma de violencia.

Sola en el universo disse...

Si los celos son una forma de violencia, algunas personas confirmarían que soy una salvaje.

Aunque no estoy de acuerdo, no sé si se diga así, Lili, pero ha de ser una violencia hacia mí misma no?

La maldita disse...

Es violencia porque con los celos se intenta controlar la vida de la otra persona en lugar de aprender a manejar la propia inseguridad.

Lo de salvaje hay que reconocerlo, la mayoría somos una bola de salvajes.